A veces, el tiempo nos absorbe y, olvidamos lo que es realmente importante en la relación con nuestros gatos de casa, como esos momentos tan “educativos” que nos proporcionan cada día, en los que aprendemos realmente cómo son, mientras nos miran desde sus grandes ojos redondos y profundos.
Dedicar tiempo para observarlos y aprender cómo intercambian mensajes entre ellos y con nosotros, es de lo más enriquecedor para conocer bien a cada gato. Saber qué le gusta y qué no y, sobre todo, la forma en que te lo hace saber.
No hay dos gatos iguales. Cada cual tiene su propia personalidad, y si somos capaces de aceptarla, resultará más fácil interpretar sus interesantísimos códigos de comunicación.
Por eso, muchas veces pienso que mi gata me tiene totalmente domesticada….