Cuanto más te empeñas en que tu gato sea sociable con las visitas, menos ganas le pondrá el animalito en ser amable. Normalmente, los gatos se acercan a las personas que menos interés muestran en ellos, puesto que evitan mirarlos directamente a los ojos (una mirada fija puede ser interpretada por los gatos como una amenaza, si no tienen suficiente confianza con esa persona), así que procura relajarte, dejar que tu gato se acostumbre a la situación y dejar que la cosa vaya fluyendo por si sola…
Si lo llamas, seguro que saldrá en dirección contraria, si lo coges en brazos, se intentará zafar, si pasas de él, se atreverá a investigar antes o después cuando haya asegurado el terreno, olfateado todo lo nuevo que hay en casa y la curiosidad venza al temor.