El paseo debe ser una parte importante de la relación del propietario con su animal y por eso es importante practicar para que el animal acepte la correa desde el primer momento. En caso contrario, el paseo se convierte en una actividad poco placentera. Si el perro responde, debemos corresponderle y, una buena forma, es darle la oportunidad, al menos una vez al día, de ir suelto por zonas apropiadas para ello, de forma que pueda correr libremente y descargar la energía acumulada.
En este aspecto, es preciso “vestir” adecuadamente al nuestro perro para los paseos con un buen collar cómodo y de su medida, una buena correa de la largura adecuada y una chapa identificativa con nuestro teléfono por si se despista. Aunque el chip es obligatorio en todo el territorio español, este tipo de placas pueden ayudar a recuperar al animal rápidamente.
Ofrece alternativas atractivas a tu perro: Una salida al campo, un paseo por el monte o una visita a la piscina para perros o un estanque limpio suponen un aliciente además de un ejercicio estupendo para sus articulaciones y el corazón.