Durante el período de socialización, el cachorrito debe habituarse a diferentes estímulos y situaciones de manera progresiva y positiva, empezando siempre dentro de casa como lugar seguro y referencia necesaria de calma para el animal.
Una de las manipulaciones frecuentes pero también “olvidadas” es poner y quitar el arnés de manera fácil y divertida para persona y perro. En muchos casos, sin un “entrenamiento” previo, puede convertirse en una tarea desesperante. Por eso, empieza desde la llegada del cachorro (aunque no pueda salir aún de casa) y conviértelo en un hábito para ambos.
En la imagen, el pequeño Boss acostumbrándose al arnés.
