Incluso los perros más felices y seguros, se asustan alguna vez. Los ruidos fuertes, los desconocidos o los objetos extraños pueden alarmarlos. Si consigue reponerse rápidamente, no se puede considerar un problema pues, al fin y al cabo, todos nos asustamos.
Tranquilizar a un perro asustado y hablarle, suele ser algo instintivo del ser humano pero, en estos casos, es preciso reprimirse. El perro puede malinterpretar el gesto, reforzando el comportamiento de mostrarse asustado.
No quiere decir que pasemos de él. Tan solo debemos permanecer a su lado en silencio, dándole la opción de aprender a gestionar la nueva situación. Lo ideal es permanecer tranquilos y desviar la atención del perro de la fuente que le provoca esa inquietud. Darle una chuche o jugar con él, puede ayudar. La idea es conseguir que el perro aprenda a confiar de nuevo en sí mismo.
Bart (antes Jacko) sigue progresando. Se sacude algunos miedos pero coge otros nuevos. La gente nueva no termina de gustarle porque no sabe aún en quién puede confiar y en quién no fuera del círculo de su familia de acogida. Bart llegó con seis meses, tras pasar toda su etapa primaria en una jaula, sin más estímulos que el ruido frenético de la perrera. Tenía pánico a todo y, la nula posibilidad que había tenido a lo largo de su corta vida, de defenderse ante los estímulos que lo atemorizaban, habían logrado romper la voluntad de Bart. Bart se rendía sin luchar. Se dejaba hacer sin resistirse. Había llegado al estado de Indefensión aprendida. Para qué intentarlo, si hiciera lo que hiciera, no le iba a servir de nada.
Lleva unas cuantas semanas en acogida, con una familia estupenda, alejado de los ruidos de ciudad y con la compañía de más perros, gatos, caballos, gallinas…. Ha aprendido a relacionarse estupendamente con los otros perros; Respeta al resto de especies y ha logrado empezar a forjar, algo parecido a un vínculo, con ciertos humanos. El trabajo es lento; Es un reto diario pero Bart progresa y, eso, nos da fuerzas. Esta semana ha sido esterilizado y la semana que viene, empezaremos a realizar las primeras incursiones por la ciudad. Quizá nos veáis en algún parque, disfrutando de la tarde y olisqueando la hierba.
Bart es un perro mediano (En torno a 15 kg), de pelo negro brillante y unos ojos profundos que no terminan de creerse todo lo que le está pasando.
Si tienes tiempo, ganas, fortaleza física y mental y, además te apetece unirte al reto de recuperar a Bart participando como casa de acogida o adoptante, escríbe a info@perrygatos.es