Ha sido una semana especialmente mala. Tres amigos queridos se nos han ido uno detrás de otro para siempre, y nos han dejado rotas a tres personas, una yo misma. Scooby, Lady y Luciano ya no volverán. El dolor es grande pero toca seguir adelante. Quiero ir dedicando su correspondiente espacio a cada uno pero, hoy, siento que tengo que juntarlos a los tres y, por ellos y por las personas que los hemos perdido, hablar de cómo nos sentimos estos días, especialmente duros, que cada uno intenta afrontar a su manera pero que, a la larga, todos debemos atravesar: La pérdida de un ser querido.
Todas nosotras estamos atravesando ahora mismo las diferentes fases del duelo. Se trata de un proceso de ajuste emocional después de la pérdida, durante el cual, diversas emociones compiten entre sí. Tiene diferentes etapas que pueden explicarse separadamente pero que, casi nunca se presentan de un modo ordenado. Pueden solaparse y mezclarse entre sí, pero para completar el proceso de curación hay que experimentarlas todas.
Puede haber días mejores o peores, y, a veces, lo que se creía superado se vuelve a sentir. Hay muchas clasificaciones pero, me quedo con esta que es con la que más me identifico.
LA NEGACIÓN
La negación es la primera etapa de duelo, se produce cuando nos negamos rotundamente a aceptar la pérdida. No quieres creer lo que ha pasado.
EL ENFADO
Con uno mismo o con los demás. Es la ira, rabia, cólera, furor y coraje que sentimos cuando sabemos que sí ha ocurrido, que sí es verdad, que ha muerto nuestro ser querido.
LA NEGOCIACIÓN
La negociación es la etapa en que intentamos hacer algún tipo de trato, pacto o acuerdo de alguna manera. Después de la muerte, se va hacia atrás y se analiza la situación y el qué hubiera pasado si las circunstancias hubieran cambiado. Todas nos preguntamos que hubiera pasado de hacer esto ó lo otro….
LA DEPRESIÓN
En la etapa de la “depresión”, nos sentimos angustiadas, miedosas, afligidas, a menudo lloramos y, en cierta manera, nos sentimos culpables o arrepentidos. Empezamos a darnos cuenta de que la pérdida es irrevocable, y que debemos continuar viviendo, sin la presencia de algo tan importante en nuestras vidas.
LA ACEPTACIÓN
La aceptación es cuando nos sentimos preparadas para aceptar este hecho. Somos conscientes de que nunca más volverá y retomamos nuevamente nuestras vidas de un modo más tranquilo. Esto no significa que dejemos de pensar en ellos (siempre nos acompañarán en nuestros pensamientos), sino que podemos seguir adelante aceptando el hecho de que nunca más estarán con nosotras.
En memoria de Scooby, Lady y Luciano y dedicado a las personas que los estamos llorando.