Una queja frecuente de algunos propietarios, es que su perro se transforma en un verdadero poseso en cuanto se cruzan con corredores, bicicletas o, ven pasar una motocicleta. El perro se intenta tirar detrás del objeto que se mueve, ladrando sin parar.
En estos casos, es el movimiento de la persona, animal u objeto, el que desencadena ese comportamiento descontrolado.
Esta reacción, se hace evidente en muchos perros debido a componentes de la conducta predatoria, presentes en todos los canes. Aunque hay razas más propensas que otras, a desarrollar este tipo de conductas de persecución, todos los perros pueden llegar a desarrollarlas y, de no ser reconducidas a tiempo, pueden desembocar en trastornos por falta de control de los impulsos y en problemas para el dueño si el perro logra alcanzar su objetivo y dar caza al “objeto”.
Conseguir que tu perro camine tranquilo a tu lado, sin preocuparte por lo que pueda ocurrir a tu alrededor, es una labor que conlleva implicación del propietario para conocer mejor las características de su compañero, su personalidad y las cosas que lo inquietan para poder ir trabajando de forma progresiva la exposición de los estímulos que lo activan.