Los gatos amasan desde muy pequeños, incluso antes de abrir sus ojos con apenas unos días de vida y, especialmente, cuando están alimentándose. Mientras maman, aprenden casi por instinto, que masajeando la zona, provocan la eyección de la leche en mayor cantidad y con más fuerza, facilitando su alimentación.
Cuando crecen, conservan el hábito como forma de buscar placer y tranquilidad y, a los propietarios, nos encanta. También es común que los gatos adultos que fueron destetados precozmente, conserven este hábito como una forma de autocalmarse y sentirse mejor.
Ayer tuve el gustazo de conocer a estas cuatro preciosas gatitas durante la visita a Lola y Zar en Cañas. Son las nuevas inquilinas de la sala de gatos que, además están tuteladas por la Asociación DAN a la espera de un hogar definitivo. Son cuatro peques muy jovencitas y de lo más cariñosas que, tras su paso por la perrera, ahora se recuperan mientras llega la adopción. Si quieres conocerlas, visita Lola y Zar en cañas o entra en http://www.lolayzar.es.tl/