El proceso de aprendizaje de un gatito se desarrolla de forma fundamental durante las primeras diez semanas de vida y se basa principalmente en la observación de lo que hace la madre y cómo lo hace, de las malas y buenas experiencias y de las consecuencias que les reportan sus acciones. Cuando consiguen un beneficio de una determinada acción, ésta tiende a repetirse en espera de la recompensa.
Siguiendo esta última premisa, podemos enseñar a nuestro pequeño tigre es un rascador es mucho más entretenido que el sofá, sobre todo si en lo alto del juguete, encima encuentra premio.
Odín es un gato trepador de lo más listo. A la mínima que te descuidas está en tu espalda puesto que sabe que allí recibirá mimos y carantoñas hasta aburrirse.
Este gato grandote y cariñoso, lleva demasiado tiempo esperando un hogar definitivo
Puedes conocerlo en: http://www.esperanzafelina.com/archives/1925
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