Los perros son animales sociales y con una tendencia natural a querer agradar. Pero, como en el caso de los niños, es nuestra responsabilidad, enseñarles cómo manejarse en este mundo para disfrutar de una mejor convivencia. En el caso de los niños los protegemos de todo aquello que pueda causarles daño o puedan romper. ¿Por qué no hacerlo en el caso de nuestros perros cuándo están aprendiendo? Desconocen el valor de los adornos ni de los muebles y, se dejan llevar por sus instintos naturales de caza y juego.
A través de la educación, aprovechamos la natural tendencia del perro a vivir en sociedad para fijar aquellos comportamientos que nos interesan mediante refuerzos agradables para él y extinguir, mediante la falta de refuerzo, aquellos otros que, aunque pertenezcan a la naturaleza del perro, (saltar, lamer…) pueden llegar a ser desaconsejables para la convivencia con el ser humano.
Antes de nada, hay que decidir qué esperamos de nuestro perro. Es decir, vamos a enseñarle normas básicas de educación. Dónde eliminar, si puede o no subirse a la cama o al sofá, cómo recibir a las visitas….. Lo que le permitamos en esta etapa, debemos permitírselo siempre. No vale dejarlo subir a la cama cuando es cachorro y, luego de adulto, chillarle por lo mismo.
Chuchito es un peque de en torno al año de edad, recogido en la calle el pasado miércoles mojado y hambriento. Es un perro peque de lo más salado y cariñoso aunque tiene que aprender a andar con correa pues se nota que nunca ha llevado ninguna aunque no se separa de los pies. Está en acogida en Lola y Zar (Cañas) a la espera de un hogar y una familia definitiva. Si te animas, contacta con dan.asociacion@gmail.com