Una de las consultas que más se repiten en la Escuela de Cachorros es cómo enseñarle a ser limpio.
Un cachorro en muchos casos no es capaz de controlar los esfínteres por completo hasta los siete meses (algunos lo hacen antes), así que es inútil que le riñas cuando orine o defeque en un lugar inapropiado.
Para evitar que vuelva a hacerlo en el mismo sitio, nunca lo limpies con lejía o amoníaco, ya que el olor les incita. Un detergente anti-bacterias será suficiente para la desinfección, mientras que un poco de vinagre o limón, eliminará cualquier rastro olfativo.
Crea rutinas de comida y paseo y supervisa al cachorro para poder detectar el menor signo de agitación. Normalmente, el cachorro elimina a los 10-15 minutos de despertar y tras las ingestas de comida por lo que esos serán los momentos adecuados para estimular la eliminación en los lugares designados.
Enseñando al cachorro (método del papel de periódico)
Prémiale si lo hace bien e incentiva el comportamiento positivo. Lo aprenderá como un hábito más para toda su vida.