La conducta alimentaria de nuestro gato doméstico es una idéntica a la de sus ancestros y, consiste en hacer pequeñas comidas frecuentes (entre 18 y 20 tomas diarias que equivalente a comer unas 15 presas pequeñas a lo largo de la jornada). En la naturaleza, ha de “emplearse” a fondo en cazar la comida pero en casa, lo tienen mucho más fácil.
La voracidad que algunos propietarios observan en sus felinos es, en demasiadas ocasiones, el resultado de no favorecer esa conducta alimentaria de acuerdo con los patrones naturales. Los gatos prefieren comer frecuentemente pero en cantidades pequeñas, aprecian la tranquilidad y la privacidad cuando comen, y les gusta que haya varios puntos donde elegir.
Repartir la toma diaria en pequeñas cantidades por toda la casa, puede resultar de ayuda pues favorece la conducta exploratoria (es decir, aumenta el ejercicio) y disminuye la ansiedad por la comida
Un dato más. Cuando se restriega en nuestras piernas no quiere decir, necesariamente, que tenga hambre por lo que no es preciso “adornar” la dieta felina con extras sino que reclama atención que podemos darle mediante el juego o a través de enriquecer su ambiente con elementos que propicien sus conductas naturales. De esta forma ayudamos a nuestro amigo a mantenerse en forma de una forma divertida.
Simba tiene un año y medio y es un gato de lo más divertido y hablador. Es un gato grande y suave pero muy tranquilo. Llegó bastante desnutrido y con infección pero ya está totalmente recuperado y listo para un hogar. Le encanta acurrucarse en el regazo donde se queda ronroneando apaciblemente. Si quieres conocerlo, contacta con dan.asociacion@gmail.com ó si vives en Madrid y para adopciones Internacionales a dan.asociacion.madrid@gmail.com