En menos de una semana, han llegado varios casos de gatitos recogidos en la calle. Cuando nos ocurre esto, lo primero que debemos tener en cuenta antes de nada, es procurar que el gatito esté caliente pues, aún no es capaz de regular la temperatura corporal por sí solo y necesita ayuda externa para mantener el calor. La temperatura normal de un gato es más elevada que la nuestra (Entre 38-39 ºC). Nuestro mismo calor corporal puede servir de primeras y, una vez en casa, una mantita o incluso una bolsa de agua caliente protegida por una toalla para evitar quemaduras, nos hará las veces de calor maternal.
El segundo paso, es pasar revisión veterinaria. Si el gatito aún no tiene dientes y no puede comer por sí solo, habrá que procurarle leche maternizada. Recuerda que tras casa toma, debemos estimular al gatito a que evacúe. Para ello masajeamos suavemente la barriguita unos segundos y frotamos la zona genital con una gasa mojada en agua templada (sustituyendo el reflejo maternal de lamer). En un breve espacio de tiempo, el gatito evacuará y podrás dejarlo descansar hasta la siguiente toma.
A las cuatro semanas, apuntan los dientes de leche y se le puede ofrecer pienso para cachorros remojado con agua para empezar la transición a la comida sólida. A esta edad también empiezan a usar la cajita de arena por sí solos.
Como siempre, es importante que el veterinario visite al gatito lo antes posible para revisar su estado de salud y valorar el crecimiento.
Estos peques fueron recogidos en la calle. A falta de uno, había dos solitos hambrientos y desorientados. Tienen en torno a tres o cuatro semanas y empiezan a comer solos pienso remojado. El rubito es macho y la tricolor hembra. Ahora mismo están en una casa de acogida pero necesitan un hogar definitivo donde crecer felices. Si te animas a colaborar, escribe a: dan.asociacion@gmail.com o malen.recio@gmail.com