El vientre de los gatos es una zona hipersensible. Es raro que un gato soporte durante largo rato las caricias en esa zona, probablemente porque es la región mas vulnerable del cuerpo felino. No debemos olvidar que un gato que se tumba sobre el costado, tiene todo el arsenal felino (boca y garras) dispuesto para defenderse en caso de que lo considere necesario. En gatos que no conocemos, nunca rascar la barriga aunque te la ofrezca.
Si se trata de tu gato y compruebas que, mientras lo acaricias, se relaja y estira las patas mientras ronronea, puedes seguir un poco más pero sin pasarte en la presión sobre los laterales y el vientre.
Si, de repente, deja de ronronear, se encorva, dilata las pupilas o agacha las orejas, es mejor que dejes la sesión de caricias para otra ocasión pues, si no paras inmediatamente, seguramente tu gato te lo hará saber de una forma desagradable.
Felix es un gato peluche grandote y cariñoso al que le encantan los mimos. Se lleva bien con otros gatos y con perros, además de todo tipo de personas y niños. En la foto, está en uno de sus momentos favoritos, encima de las piernas, haciendo croquetas y ronroneando.
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