Nadie que yo conozca ha preguntado a su gato de casa si quería un compañero. Normalmente, introducimos un nuevo animal porque pensamos que el gato se aburre, porque nos sentimos culpables del poco tiempo que dedicamos a nuestro peludo o, en algunos casos, porque ya hay dos gatos en casa que no se llevan bien y decidimos ir a por el tercero a ver si arregla la situación.
En cualquiera de los casos, cargar al nuevo con la responsabilidad de agradar al gato anfitrión, es injusto pues tampoco nadie le ha preguntado si quería venirse a vivir con nosotros.
Por otro lado, tampoco podemos depositar todas las expectativas en el nuevo y pretender que, si nuestro gato, es un tanto desapegado, el recién llegado, tenga que consentir necesariamente las sesiones de brazos y de caricias que tanto deseamos nosotros. Si tienes suerte de dar con un gato deseoso de abrazos, genial. Si no, la premisa es respetar al animal si no queremos que nos lo haga saber de malos modos.
http://perrygatos.es/artículos/colaboraciones-con-publicaciones/expectativas-realistas/
Este peque de unos cuatro meses nos ha salido al paso entre las calles Alfonso VI y Siete Infantes de Lara de Logroño. Enma de Mascotas Clínica Veterinaria le ha revisado. No lleva chip pero está sanote y limpio (salvo dos pequeñas heriditas en el morrete que ya están curando), aunque se le ha administrado desparasitación interna y externa por precaución. Es negativo Felv-Fiv y da la impresión de haberse perdido. Si lo reconoces, contacta conmigo en rosamrol@gmail.com