Ante perros con conductas agresivas, los propietarios se sienten inseguros ante las reacciones de su animal ya que, piensan que ataca de forma impredecible, cuando lo cierto es que en la mayoría de los casos, el animal nos ha avisado por activa y por pasiva. El propio lenguaje corporal del guía, provoca muchas veces que el animal, “tome las riendas” de determinadas situaciones que lo incomodan y nos encontramos con gruñidos, ladridos o incluso dentelladas en un intento de espantar aquello que tiene delante.
Realmente, la agresividad como problema patológico es rara y requiere siempre la intervención del veterinario para tratarla adecuadamente, por eso es importante descartar enfermedades y revisar el historial del animal para comprender qué hay detrás de su comportamiento. En la mayoría de los casos, la conducta inadecuada está relacionada con causas muy concretas cuyas señales de aviso no han sido identificadas a tiempo pero, que con ayuda profesional, en muchos casos se pueden reconducir y trabajar como, por ejemplo:
Ser conscientes de que existe un problema real, pedir ayuda profesional y tener en cuenta una serie de normas de seguridad básicas, son el inicio de la solución. Son trabajos de largo recorrido pero, debemos asumir el hecho de que existe y convertirnos en guías responsables del bienestar del animal y de las personas que conviven con él. En el vídeo adjunto, el veterinario colaborador de Royal Canin España, Pablo Hernández nos explica qué acciones debemos tener en cuenta y evitar en estos casos, incidiendo en la necesidad de pedir asesoramiento profesional para saber cómo actuar adecuadamente.
https://www.youtube.com/watch?v=moZRf5ENPS8