Seguro que la imagen de un gato vigilando tras la cortina de la ducha os suena a aquellos que vivís con uno o varios gatos y es que, la mayoría de los pequeños felinos de casa, se sienten irremediablemente atraídos por las fuentes de agua corriente.
Por su origen desértico, los gatos son capaces de sobrevivir con poca cantidad de agua al día. Aunque les dejemos agua fresca durante todo el día, en el momento que escuchan abrir cualquier grifo, son muchos los que se acercan corriendo para beber y mojarse las patitas. Muchos, incluso reclaman este momento. Los más no hacen ascos de asomarse a la taza del W.C. por lo que es más que recomendable, en estos casos, dejar bajada la tapa para evitar disgustos.
Para estos gatos, el líquido en movimiento supone agua fresquita y un juego de lo más divertido para su curiosidad natural.
No son pocos los que, si no pueden acceder al grifo de agua corriente, juegan con el agua del cuenco, sacándola con las patas o, incluso introducen algún juguete dentro del recipiente, para poderlo “cazar” después (es una forma estupenda de poner movimiento al agua). Lo positivo es que,, mientras se divierte, bebe, algo muy necesario para prevenir enfermedades renales.
Ahí van unos cuantos consejos para que tu gato de casa se sienta más atraído por sus cuencos que por los grifos:
El protagonista de hoy es un guapo gato macho cruce de persa, de 2,5 años. Recogido como gato vagabundo, al no estar identificado, todo hace pensar en un abandono o extravío. Actualmente está en el Centro de Acogida de Animales de Logroño pero, al tratarse de un animal extremadamente sociable lo está pasando mal y necesita una acogida urgente o, mejor una familia definitiva que no lo vuelva a abandonar.
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