A esta gata solar de dos añitos la recogieron junto con su hermana cuando era pequeña, y las dieron en adopción, pero a ella la volvieron a abandonar al poco tiempo. Ha pasado estos 2 años en la calle y la dura vida de la calle para una gata casera ha hecho mella en ella. Ha perdido la visión de un ojo y varios dientes, pero aun así sigue igual de cariñosa y no hace más que buscar caricias humanas y ronronear.
Es preciosa de verdad. Ahora vive en una de las casas de acogida de