Nunca se debería molestar a un perro que está comiendo pero, puestos a trabajar con perros que protegen en exceso su cuenco, es importante recordar que es más fácil enseñarle a ser respetuoso con la comida, si nuestra mano, en vez de restar, suma.
Si en vez de andar quitándole el cuenco cuando está en plena ingestión, generando tensión y conflicto, vamos haciendo pequeñas paradas, añadiendo el pienso a puñaditos pequeños de forma que tenga que mirarnos y esperar un poco entre un bocado y otro, estaremos sentando las bases. Para hacerlo más interesante puedes incluir, de vez en cuando, algunos trocitos sabrosos de carne o arroz, que le van a parecer un regalo o incluso dejar que incluso, algunos trozos los coja de nuestra mano.
De forma sencilla y amena aprenderá que las cosas buenas (en este caso la comida) pasa necesariamente por nosotros y no le importará demasiado que le quitemos el cuenco de vez en cuando ya que, a lo mejor hasta le cae algo bueno después.
Pepa es una perrita pointer, de tamaño mediano. Tiene solo 2 años, y es increíblemente cariñosa, juguetona y dinámica. Ideal para familias amantes de los paseos y las salidas porque, además, es muy sociable con todo el resto.
Si quieres apadrinar, acoger o adoptar a Pepa, escribe a dan.asociacion@gmail.com