Continuación de la carta recibida por una persona sobre el embarazo y la toxoplasmosis así como la convivencia entre bebés y gatos. Las primeras dos partes puede leerla en este mismo blog.
SEGUNDA FASE: BEBE Y GATOS
Los tiempos del medievo en los que los gatos eran quemados o matados de cualquier otro modo (lo cual contribuyó, dicho sea de paso, a la propagación de la peste debido al aumento de ratas) por su relación con la brujería pasaron a la historia físicamente, pero en las mentes de muchos parecen seguir ahí, y se cataloga al gato como un animal maligno, que hace daño a sabiendas, y que por supuesto va a atacar al bebé. Estas personas no han tenido un gato en su vida.
Al nacer mi niño mis familiares vinieron a verle al hospital, o me llamaron por teléfono. Y la mayoría (a los que ya había dicho antes que no pasaba nada durante el embarazo y seguían sin bajarse del burro) siguió con el tema, que ahora era que según ellos un bebé era imposible que conviviera con animales (me pregunto como ha sobrevivido la raza humana desde los tiempos de las cuevas). De nuevo les dije una y otra vez que no pasaba nada…esta vez sin argumentos no porque pasara algo, ¡sino porque no había argumento alguno que rebatir! ¿Que se supone que le pasa a un niño que vive con gatos?
“Es que hay pelos”: si, pero yo limpio mi casa, paso el aspirador casi a diario y cepillo a mis gatos cada pocos días. En mi casa hay menos pelos que en muchas otras sin animales. Otra cosa es que seas un poco desaseada (por ser diplomática) y no limpies tu casa, entonces va a dar igual que tengas gatos o no.
“Es que el niño se mete todo en la boca”: y de vuelta al tema de la limpieza de antes. “Es que los gatos tienen celos y atacan al niño”: o más bien van a protegerle…eso si, si tratas a tus gatos como a floreros y les ignoras, no te extrañe que tus gatos tengan problemas de conducta, provocados por ti, y por lo que muchos acaban abandonados (no sea que el dueño se tenga que gastar un duro en un etólogo o simplemente tratar a sus gatos como seres vivos parte de la familia…). Mis gatos ni siquiera se metieron en la cuna del niño, que estaba montada meses antes de su nacimiento, yo compré un spray educativo que detectaba el movimiento y les rociaba si se metían en la cuna y tuve que quitarlo nuevo, sin una sola vez de uso, porque ni asomaron la nariz a la cuna. Sabían que era del niño. Eso si, me tomé la “molestia” de preparar ese spray para enseñarles que ahí no se entraba. Mis gatos, como miembros de la familia que son, tienen sus rascadores, sus juguetes, sus caprichos y sus necesidades cubiertas. No necesitan llamar la atención, son felices. Si alguna vez les pasa algo me molesto en averiguar la causa y ayudarles a ponerle remedio, no corro a castigarles o a abandonarles. Todos venían de la calle con sus traumas y todos los superaron aquí, dejando atrás todo lo malo. La gente me dice cuando viene a casa que parece que no tengo gatos, y se sorprenden, porque tengo 7…pero educados.
“Es que los gatos van a ir a por el niño aunque no tengan celos”: Otra mentira. Los gatos van a ir a lo suyo, y lo que va a pasar es que cuando el niño empiece a andar va a ser el él que les persiga, va a intentar tirarles de la cola, y vamos a tener que enseñar al niño a respetar a los gatos, no al revés. Ylos gatos van a hacer gala de su infinita paciencia con el niño dejándose hacer de todo, los pobrecillos.
“Es que los gatos transmiten enfermedades”: MENTIRA. Los gatos sólo pueden transmitir la toxoplasmosis a las embarazadas ( y bajo los puntos descritos antes, harto improbables), hongos o parásitos. Si tu gato está desparasitado y sano, no va a pasar absolutamente nada, otra cosa es que tu gato esté completamente descuidado, en cuyo caso es tu culpa, no del animal. Es mil veces más probable que tu le pegues algo a tu hijo, e incluso a tu gato, ya que puedes traerle cualquier enfermedad felina de la calle en tus mismos zapatos.