Piedra nació en 2007 y es el “timbre” del Refugio de
No hay nadie que pueda pasar desapercibido en cuanto Piedra lo ve. En ese momento, pone en marcha su ladrido y le oyen desde Logroño. A los habituales nos sigue mordiendo los tobillos cuando abrimos su jaula, pero no pasa nada y hay que entenderlo. Es su manera de integrarte en su particular manada.
Le encanta ser el centro de atención y de mimos, y a veces, resulta hasta pegajoso de puro cariñoso. Para quienes no lo conocen tan bien, simplemente es el perro gris que ladra como un poseso desde la primera jaula del refugio, pero quienes hemos tenido la oportunidad de tratarle, es un amor de perro que no quiere más que jugar contigo. Si quieres tener la oportunidad de conocer a Piedra y disfrutar de su inmenso cariño, te invito a participar de la experiencia de colaborar como padrino o voluntario de