Una noche cualquiera del mes de julio, una de las voluntarias de
Por fin abrió el contenedor metálico de la basura y….. se asustó, vaya si se asustó, dos bebines negritos de poco menos de un mes la miraban con ojos como platos desde el interior de un tambor de detergente.
Más tarde nos dimos cuenta de que el único que maullaba era el pequeño Buli y gracias a eso, le oyeron y pudo salvarlos a él y a su hermana de ser triturados.
Su hermanita ya ha sido adoptada, y Buli se ha quedado solito esperando su oportunidad.
BULI, que ahora tiene tres meses y medio, es toda una joya, es simpático a más no poder, decir que es cariñoso es poco, adora estar en brazos y ronronear como un loco, no se asusta de los demás gatos ni de nadie, es un gatito muy alegre que adora jugar.
Y es que Buli sabe que todos nuestros esfuerzos irán encaminados a buscarle una buena familia que le quiera como se merece.
Si quieres adoptar a BULI ponte en contacto con nosotros en
Se entregará desparasitado, vacunado y con compromiso de esterilización cuando proceda.