Ésta preciosa se llama Reina. Es una galga joven, de unos tres años. Su historia es la de muchos perros que, una vez finalizada la temporada de caza, en el mejor de los casos se abandonan como si de objetos se trataran, bien porque ya no sirven o porque generan unos gastos que no se están dispuestos a asumir. Nuestra pobre Reina, entró arrastrándose en la finca de un particular, que la acogió y dio aviso a la Asociación Protectora de Animales de La Rioja e, inmediatamente se hicieron cargo de ella. Le habían arrancado el chip, para evitar castigos y estaba al borde de sus fuerzas. Deshidratada y desnutrida, llena de llagas y heridas. Además cojeaba de una pata que presentaba una considerable abrasión que aún se está curando. Cuando le hacen la cura diaria, le ponen el collar isabelino para evitar que se la lama y entre eso y el porte elegante y su magnífico pelaje negro brillante le han hecho merecedora de su nombre. Es un sol de perra, cariñosa, obediente, tranquila y sociable. Todo lo que pueda decir de ella es poco. La veo todas las semanas cuando visito a Yenca y me tiene enamorada. Existe el mito de que los galgos no pueden vivir en un piso porque necesitan demasiado ejercicio y puedo asegurar que es totalmente falso. Como todos los perros de todas las razas, necesita ejercicio y paseos, pero también disfrutan de una vida relajada y de dormir varias horas de seguido tras sus paseos sin provocar el más mínimo destrozo en casa. Que se lo pregunten a nuestra Reina, que se pasa las tardes sesteando en su cuna mientras Hugo y Yenca hacen su vida.

Si quieres ampliar información de cómo adoptar a Reina contacta con la Asociación Protectora de Animales de La Rioja en el 941.233.500 o en el 679.06.46.46.

www.aparioja.org