Algunas personas creen que no hay peligro al dar huesos grandes a los perros pero, independientemente de su tamaño, los huesos no son seguros. Regalar un hueso a un animal puede terminar en una visita al veterinario para una posible cirugía de emergencia o puede incluso causarle la muerte.
Es muy común, caer en la tentación de darle las sobras de pollo al perro, para que éste disfrute, cuando lo que en realidad puede provocar, es su muerte. Como regla general, no es bueno dar a los perros, huesos de pollo ni de ningún tipo de animal, a excepción de los de cartílago, especialmente diseñados para ellos.
Los huesos son muy difíciles de digerir por el estómago (produciendo gran cantidad de ácido clorhídrico) y sobre todo porque pueden astillarse, dañando considerablemente el aparato digestivo de nuestro perro, e incluso producirle una obstrucción y matarlo. Ante cualquier síntoma de obstrucción, es imprescindible trasladar de urgencia al animal al veterinario para que tome las medidas oportunas salvándole en la mayor parte de las ocasiones la vida.
Hoy os presento a Ginebra y Carlota don podenquitas de la Asociación Protectora de Animales de La Rioja que están buscando un hogar.
Ginebra nació en 2008. Esta pequeñita es muy cariñosa, y te busca todo el rato. Le encanta pasear y que le den chuches.
Carlota es algo más mayor, nació en 2004. Al principio se muestra algo tímida y miedosa, pero si no eres brusco con tus movimientos, enseguida se suelta y tendrás en ella una gran compañera de paseos.
Si quieres conocerlas o informarte de cómo adoptar, contacta con la Asociación Protectora de Animales de La Rioja en el 941.233.500 o en el 679.06.46.46