El ejercicio regular no sólo ayuda al animal a evitar la obesidad y las patologías asociadas como la diabetes, insuficiencias hepáticas, alteraciones cardíacas, etc., sino también a que desarrolle normalmente su musculatura, aparato cardiovascular y respiratorio.
También previene alteraciones conductuales. Un animal que corre, salta y juega es menos ansioso que uno que no quema suficientes energías y dedica su tiempo a morder sillas, cables, hacerse pipis, etc. Hay que tener especial cuidado a que el cachorro no salte excesivamente ni baje muchas escaleras hasta los 6 meses. Puede dañarse sus articulaciones.
Otra manera de ejercitar a un animal es mediante el juego y el adiestramiento (obediencia básica). Tanto el juego como la obediencia básica fomentan la relajación y un estado de bienestar en el perro, dándole más confianza en sí mismo y obligando a activar su zona cerebral. Igual que hay que pasear al perro con regularidad, es recomendable jugar y entrenarlo a diario.
Alba tiene un año y fue rescatada de la perrera junto a su camada de 5 bebitos. Ahora está en acogida pero necesita un hogar donde recuperar una vida normal. Es un cielo de perrita, dulce y cariñosa.