Apenas ha dado cuatro brochazos, pero el boceto al que ha comenzado a dar forma Mariano Rajoy se adivina triste, un bodegón melancólico, sin tonos vivos y con los elementos estrictamente necesarios sobre el recio mobiliario habitual del sereno género pictórico. Es lo que toca, no está el salón nacional para alardes coloristas o caricaturas […]