Una noche grande.
Quizá la más grande del Naturhouse en el Palacio de los Deportes. Un gran equipo en un gran partido, con muchas cosas de calidad y mucho que recordar.
Literalmente, el Naturhouse ha matado al Portland a base de correr. Los navarros tenían bajas, y eso les ha costado la vida: el Naturhouse ha jugado en todo momento a salir volando tras los goles, y a impedir que el Portland hiciera los cambios con comodidad. El propio Villaldea lo reconocía: sus bajas han sido muy importantes.
Eso, unido a una buena eficacia anotadora (excepcional Aguirrezabalaga 8/9, Isaías 4/5, Romero 4/4, Belaustegi muy fuerte al final) ha mantenido el partido arriba hasta que, al final, Portland se ha desfondado.
La cuestión del arbitraje probablemente traerá cola. Portland se ha ido a casa con 10 exclusiones. Jorgenssen ya tenía dos en el minuto 11. Así lo contaba Villaldea, que sin embargo reconocía al Naturhouse como justo vencedor. La clave, para el técnico del Portland, fueron…
(el corte está editado para eliminar un silencio intermedio).
Jota, por su parte, veía la cosa de una manera bien distinta:
Y en fin. Al final, el partido puede servir para ilustrar la transición que está viviendo el balonmano en los últimos años. Portland tiene calidad, pero también muchos hombres que sólo defienden o sólo atacan.
El Naturhouse, sin embargo, es un equipo que ataca y defiende en bloque, con jugadores que sirven o han aprendido a servir para las dos cosas. Un equipo rápido, compacto, que prefiere la defensa inteligente a los golpes, y que cambia en cada partido. Un equipo más moderno: el equipo de Jota González.
Y es un gran equipo.
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