Terminó el partido, y Gurutz Aginagalde cogió el micrófono. Llevaba aún encima la tensión del partido, así que sus palabras fueron rápidas, casi ininteligibles. Sí que se entendió el final: “Os necesitamos”. Que la afición haga un esfuerzo, que venga a Alcobendas. Que partidos como el de ayer se merecen un esfuerzo, y que, tal y como está el calendario, el partido contra los madrileños se antoja muy, muy importante.
“Os necesitamos”, pues, es la frase que queda tras una noche de balonmano muy divertida. Al menos, para mí: juego rápido, muchos goles preciosos detalles tácticos… Un poco de todo. Algunas cosillas que quedan:
Tremendo Pavel, tremendo Ángel: 17 goles entre Bashkin y Romero, uno mortal en la primera parte, otro decisivo en la segunda. Una gloria verles así. Por cierto: rumores insistentes afirman que este Pavel no es el del año pasado, sino su gemelo. Sería el gemelo bueno, claro.
Valiente Toledo: Hacen cosas que casi nadie hace, y el resultado es un balonmano atrevido y divertido. En la rueda de prensa (con traducción del inglés), Astrauskas explicaba por qué:
Estupenda defensa: Bashkin y Romero se llevan las medallas, pero el Naturhouse ganó ayer gracias a su defensa. Y aunque eso es siempre una tarea colectiva, me quedo con el centro Amargant-Sorrentino.
El gol: deseando estoy que Rafa Elías me haga llegar la grabación del último gol del partido, el de Pavel Bashkin en el último segundo, desde el extremo, sin ángulo. Trrremendo.
El portero-goleador: Egidijus Petkevicius logró ayer algo raro para un portero: meter tantos goles como salvó. Yo le apunté una parada en el rato que estuvo, y le metió un gol de puerta a puerta a Gurutz. Cien por cien de efectividad lanzadora, eso sí.
¡Que salgas!: Minuto 13 Acababan de expulsar a Sasha Tioumetnsev. Jota manda a Velasco a la cancha. Miguel le dice que no, que no puede salir. Jota: “¡Que salgas!”. Fueron dos minutos para el pobre Velasco. El propio Jota lo reconocía en la rueda de prensa:
La rentabilidad: A los de La Navarra les salió ayer rentable el patrocinio. Su anuncio, al menos, fue el más visto de la noche. Menuda costalada se pegó el pobre Víctor Vigo cuando la publicidad se rompió. Eso sí: menos mal que el partido estaba vendido. Que si no…