Aquí estamos, en Vigo, en un hotel a cuatrocientos metros de As Travesas, tras un viaje algo largo por culpa de la niebla. Pero se me ha pasado el cansancio con una racioncita de pulpo. Ya sé que en Vigo lo suyo es comer unas ostras, pero la última vez que lo hice estuve encerrado en el baño tres días. Y como que no.
En fin, que vamos a ver si acabamos bien. Da pena que se acabe este pedazo de primera vuelta, pero en fin. Siendo como es este club, a saber qué podemos esperar de la segunda. Hasta el infinito, y más allá.
Como siempre, lo contaremos en directo desde As Travesas , a partir de las 18.30. A ver si todo funciona bien (incluyendo al equipo, que está quizá un poco demasiado contento de sí mismo) y disfrutamos de la última tarde de balonmano del año.