Ayer fue un día complicado, largo y lleno de trabajo. Un día después de ser felices como perdices (por el gran triunfo contra CAI) toca bajar a ras de suelo. El resultado, para quien haya leído el periódico, es evidente: estamos en crisis.
En primer lugar, me gustaría reconocer algo evidente: el club ha aprendido la lección del año pasado, y se ha dado cuenta de que la mejor receta cuando llegan problemas y dificultades es la transparencia. Que todos (la directiva , los técnicos, los jugadores) digan lo que tienen que decir. Mucho mejor eso que no dejar que los rumores vuelen y se descontrolen.
Mi impresión, por lo que he podido llegar a saber, es que la situación, sin ser buena, no es catastrófica. La base principal de los patrocinadores (o sea, los de la camiseta, empezando por Naturhouse, la Comunidad, el Ayuntamiento, siguiendo por Caja Rioja, incluyendo a mi periódico y espero no olvidarme a nadie) siguen con sus compromisos intactos. Eso da una seguridad básica a la entidad que muchos otros envidiarían .
Además, el club ha apostado de inicio por trabajar con criterio y sin locuras. Es decir, apostar por plantillas contenidas pero que, si se hacen bien, son competitivas. Ahí está el ejemplo de este año: la mejor, la más barata. Lo que yo creo: en la directiva hay un plan, que parece lógico, de contención. Y es un plan respaldado por números.
Otra impresión: uno diría que la plantilla está a lo suyo. Quien sabe, quizá el año más difícil en lo económico sea el del gran éxito en lo deportivo. Crucemos los dedos.