Todos volvemos, por muy lejos que nos vayamos. 2.300 kilómetros más tarde, de regreso a Logroño. Y a tiempo para un partido con más trampa de la que parece.
Lo primero: ¿os acordáis de esta voz?
Es la de una de las sensaciones de Asobal: Daisuke Miyazaki, uno de los jugadores que hay que ir a ver. Gran salto, gran tiro, todo valor. Y una estrella en Japón. Cuando jugamos en Alcobendas, se tiró un buen rato firmando autógrafos a un buen montón de compatriotas.
Es Miyazaki, y unos cuantos más. Un equipo rápido y aguerrido: estilo Rafa Guijosa, vamos. El Naturhouse no está bien, pero debería ganar esta noche (20.45). Porque luego se viene la Copa EHF como un torrente. El viernes volamos.