Parece que algo ha cambiado en el Naturhouse después del partido de Alcobendas. Ayer hablaba un poco con Sasha Tioumentsev, que me decía alguna cosa interesante. Una, que sus tobillos calcificados (le operarán, pero cuando termine la liga) sólo le duelen “un 4 sobre 10”. O sea, “como en la primera vuelta”.
Le preguntaba si había habido examen de conciencia en la plantilla tras los últimos malos partidos. Y era bastante sincero:
Todo eso parece haber quedado atrás. Ahora, mirando a Europa, Sasha es medianamente optimista:
Pelear. Más no se les puede pedir.
Porque si se trata de pelea, al Naturhouse le queda mucha por delante. En la guerra contra San Antonio, por ejemplo, las cosas van a ser duras. En Logroño se confiaba en una victoria de Ademar en Pamplona que dejara al Naturhouse sexto, pero los navarros se salieron con un partidazo y pasaron por encima de los leoneses. Así queda la liga ahora.
La buena noticia es que seguimos a cinco de Granollers, y a siete de Antequera y Cuenca. ¿Será suficiente renta, ahora que llegan los grandes? Veremos.