Cómo me gusta ver el Palacio de los Deportes hasta la bandera. Me emociona ver que el público vibre con el balonmano. Y lo de esta noche ha sido magnífico, una comunión perfecta entre equipo y afición, una conexión que debe durar, que debe generar más afición. Porque quizá todo lo que esté logrando este equipo nos nuble un poco de quiénes son estos señores del Naturhouse, el mérito que tiene estar peleando por la tercera plaza de la Asobal, muy vivo en Copa del Rey y con las esperanzas intactas de pasar a la siguiente ronda. Impensable hace unos meses. Pero ahí está el CB Ciudad de Logroño, gustando y enamorando. Hoy su víctima fue el Cimos Koper (35-28).
Lo de hoy me lo guardaré en un rincón especial de mi memoria. No sólo por el triunfo, que fue más que eso. Me quedo con la fiesta que hubo en las gradas, lo bien que se lo pasó la gente, haciendo la ola, desplegando una bandera cuatricolor por toda la tribuna, celebrando cada uno de los 35 goles franjivinos. Hoy la victoria fue del Palacio y del balonmano. Pues eso, que este equipo es muy grande. Lleva once victorias en trece partidos, siete de ellas consecutivas. Impresionante. Mañana ya echaremos cuentas de lo que tiene que suceder para que el conjunto riojano pase de ronda. Hoy toca celebrar.