Como ya os adelanté esta mañana en Diario La Rioja, Álvaro Senovilla, segundo entrenador de Jota González y responsable hasta ahora de la cantera franjivina, emigrará al término de la temporada. Llegó a Logroño hace tres años con ganas de aprender y siente que ya ha cumplido su ciclo, que puede volar por sus propios medios, que está capacitado para ponerse al frente de un proyecto ambicioso. Se marcha un gran entrenador, una buena persona, un amigo personal, por lo que le deseo toda la suerte del mundo. Sé que la tendrá. Son muchas las cosas que ha vivido Álvaro desde que aterrizó a La Rioja. Copa EHF, Champions, Copa del Rey como finalista, Cosa Asobal, Supercopa de España… siempre como sombra de Jota.
Como máximo responsable del semillero del Naturhouse, llevó al filial en las últimas dos temporadas a la final de Segunda. De hecho, la última fue la que perdieron los franjivinos ante el Calasancio el sábado pasado por un gol. Digno trabajo del vallisoletano que espero continúe en el futuro. Las bases están.
Precisamente ésta (la marcha de Senovilla) era una de las sospechas que tenía hace unos días. Aunque a medias, porque mi suposición va un poco más allá, en quién ocupará el sitio que Senovilla deja libre. Creo que el club maneja varias vías, pero eso lo dejaremos para cuando llegue el momento adecuado.
Con respecto al futuro de Senovilla es una todo una incógnita. El pucelano está abierto a ofertas, sobre todo las de equipos profesionales que tengan un proyecto de futuro. En Asobal ya se escuchan y leen por ahí rumores de movimientos en varios banquillos como Guadalajara, Ademar o Anaitasuna. Veremos cómo evoluciona todo.