Delcio Pina continúa atrapado en Egipto y su estado de ánimo no es el mejor. Resumo un poco la historia para quien no la pudo leer en Diario La Rioja ayer. Cabo Verde jugaba el primer mundial de su historia. La selección africana llega a Egipto ya tocada por el COVID-19 y juega su primer (y único) encuentro del certamen ante Hungría. Los otros dos partidos, ante Alemania y Uruguay, los tuvieron que suspender por falta de jugadores ya que el virus había tocado a más jugadores, entre ellos Delcio Pina.
El lateral franjivino quedó entonces encerrado en la habitación de un hotel. Y en el momento de marcharse, la PCR que le exigían las autoridades egipcias salió positiva. Fue entonces cuando explotó y relató que le estaban tratando “como a un animal”. Hablé con él hace dos días y el jugador estaba realmente tocado. Aislado desde hace más de diez días, con el único contacto telefónico con el presidente de su federación, Delcio Pina se encontraba devastado. Y ayer llegaron las peores noticias: la cuarta PCR que se le hizo acabó siendo otra vez positiva.
Así las cosas, sin poder ejercitarse, sin contacto con absolutamente nadie, Delcio Pina continúa encerrado en su habitación de las afueras de El Cairo. Esta noche o mañana le darán al caboverdiano el resultado de una nueva PCR que se le realizó para que pueda regresar. “Solo quiere volver a casa”, repetía una y otra vez. Desde aquí, nos unimos en un abrazo virtual.
Y sin Delcio Pina ni los brasileños, el Ciudad de Logroño continúa preparándose para el inicio de la segunda vuelta, prevista para el miércoles 3 de febrero, ante el Sinfín y en un Palacio de los Deportes cerrado al público. Gabriel Ceretta y Rudolph Hackbarth están en Brasil con temas burocráticos; Rangel Luan da Rosa regresará el jueves o el viernes a los entrenamientos después de su gran participación en el Mundial. Así que el Ciudad de Logroño está ahora bajo mínimos. Esperemos que alguno más pueda sumarse antes del miércoles.