Qué duras son las decepciones. hHay que ver lo mal que se lleva eso de esperar mucho de alguien… y que luego todo quede en nada. O en casi nada.
Allá por el mes de mayo, cuando la directiva y cuerpo técnico del Naturhouse anunciaron los fichajes del año que venía (o sea, éste), resaltaron con especial mimo el del ruso Pavel Bashkin. Un extremo zurdo con un bronce olímpico en su currículo, del que se esperaban maravillas: gran muñeca, mucha velocidad, letal en los penaltis, mucha fantasía en la resolución… De hecho,
De eso, hasta el momento, nada. Pero nada de nada. Primero hubo muchos problemas para su incorporación, por conflictos de visado de los que nadie (más que las autoridades rusas) es responsable. Había pues que darle un tiempo para ponerse a tono, pero a mediados de noviembre se puede decir que ese tiempo ya ha pasado.
El jugador que vemos ahora poco tiene de extraordinario: no se le ha visto lanzamiento, ni acierto en los penaltis, ni muñeca. Y su nerviosismo es tan patente que los balones parecen escurrírsele de las manos como si fueran pescadillas.
La directiva vio muchos vídeos de Bashkin antes de ficharle: y éste jugador no se parece a aquél. Habrá que tener esperanza de que, más tarde o más temprano, el de los vídeos aparezca por el Palacio.
En el último entrenamiento del viernes
Ojalá lo haga
(FOTO: FERNANDO DÍAZ)