Acabo de terminar mi crónica para el Diario La Rioja y es la primera vez que puedo parar un segundo y recapacitar, averiguar qué fue lo que pasó esta noche en Göppingen. Porque el Naturhouse tenía bien encarrilada la serie, jugándole de igual a igual a un equipazo, que tiene en Kaufmann a uno de los mejores laterales del mundo. Pero en la segunda parte desapareció, se debilitó, quiso especular y los alemanes no duraron: apuntaron al corazón y apretaron el gatillo. Adiós partido y eliminatoria.
Pero que a nadie le quede la duda: el Naturhouse, pese a perder el rumbo en la segunda parte, luchó durante los 60 minutos y cree que la remontada es posible. En el autobús que nos trajo desde el EWS Arena, Gurutz fue bastante claro: “Aquí no hay nada perdido todavía. Esto se puede remontar”. Va a ser difícil, sin ninguna duda, pero si el equipo juega como en la primera parte le complicará bastante las cosas al Göppingen. Otra cosa, habrá que presionarles desde las gradas del Palacio. Me han dicho hoy que viajarán 150 aficionados alemanes. De hecho, tantos son que obligaron a adelanatr un día el viaje del equipo desde Stuttgart a Bilbao.
Y hablando de aficionados. El Naturhouse no estuvo solo esta noche. Allí hubo un grupo bastante ruidoso que acompañó al equipo en las buenas (en la primera parte se escuchaban más que los 3.240 aficionados alemanes) y en las malas. Estos son los valientes, algunos llegados desde lugares tan lejanos como Eslovaquia:
Ahora sólo queda aplaudir a los nuestros y soñar en una remontada. Y acompañarles en su próximo partido, el martes en el Palacio, frente a Puerto Sagunto, a partir de las 20.45.
Por cierto, os dejo dos vídeos que hice con la salida de ambos equipos al EWS Arena. Aunque sea un cámara bastante mediocre, fue impresionante la salida del Göppingen. Aquí están:
Por Martín Schmitt
Foto 1: Stephan Weber. Foto 2: un servidor