El Naturhouse se hace grande. Sin creerselo demasiado todavía, ha dado un golpazo encima de la mesa. Ha dicho: “Aquí estoy, soy el candidato”. Tremendo triunfo el de esa tarde en Pamplona ante el Anaitasuna (23-27) y si no fue más abultado fue porque hubo varios fallos en lanzamientos (cierto es que también algunos buenos balones tapados por Capón) y porque los árbitros fueron tremendamente parciales. En serio, no se puede pitar peor que la dupla formada por Alberto Hermoso del Amo y David Monjo Ortega, que castigó al Naturhouse con nueve exclusiones y cinco penaltis. Es decir, los franjivino jugaron 18 minutos de los 60 con un hombre menos. Pero allí dijo presente la defensa del Naturhouse, impresionante, y el capitán de este gran equipo, un inmenso Gurutz que se transformó en el pilar franjivino.
Lo de la portería y la denfensa del Naturhouse es de alabar. Es de las mejores de la Asobal, con esas torres gigantes como Thiagus, Garabaya, Víctor Hugo o Capote. Y esta tarde, cuando el brasileño vio la segunda exclusión, Víctor Hugo se fue expulsado, tuvieron que ponerse otros menos habituales que dieron la cara. Y el equipo respondió cuando menos me lo esperaba: con dos jugadores excluidos y todo un pabellón crecido.
Este equipo está recién empezando. Y lo está haciendo despacito, casi sin hacer ruido, dejando su huella en la historia. Porque nunca se ganó tres de los primeros cuatro partidos iniciales. Porque el próximo fin de semana puede encadenar la cuarta victoria consecutiva y hacer buenas las palabras que dejó Gurutz en un chat en larioja.com, cuando dijo que para la jornada 5 creía que el Naturhouse iba a sumar ocho puntos de diez. Por buen camino va.
Por cierto, y no me quiero olvidar. Impresionante el apoyo de los riojanos hoy en Pamplona. Y el equipo así lo sintió, que se acercó a ellos después del partido a agradecer el apoyo.