No me caben todos los adjetivos que quiero exteriorizar en esta página ahora mismo, pero escribir es la única forma de comunicarme (me quedé sin voz). Lo de esta noche en el Palacio ha sido impresionante. El Naturhouse ha tumbado a uno de los mejores equipos del mundo, que tiene cinco, seis, siete (yo qué sé cuánto) veces más presupuesto que los riojanos, que fueron justos vencedores en un partido tremendo. De hecho, os propongo el mejor momento, aquel del lanzamiento de Lazarov elevándose por encima del travesaño de Jorge Martínez. Aquí lo tenéis:
Un instante tremendo, único e irrepetible. Recuerdo que mientras trataba de contar el partido a través del Scribble Live (por cierto, disculpas porque tuve bastantes problemas técnicos y en los últimos cinco minutos me pudo la pasión), en esa última jugada después del gol del gran Unai Arrieta (¡bienvenido!) les dije a dos chicos que estaban jugando con un balón que vieran la última jugada, porque iba a ser histórica. Y ahí fueron y se sentaron delante mío y terminaron saltando de alegría. Como yo, como todos. Impresionante. Un partido que recordaré toda mi vida.El análisis lo podemos hacer otro día (o nunca) porque hay que celebrar esto por lo alto. Eso sí, me gusta mucho como juega este equipo, con un gran Niko Mindegia y un letal Sasha Tioumentsev, sin hablar de esas paradas de Jorge Martínez en los diez minutos finales. Estoy extasiado. Ahora me voy a casa para ver si puedo terminar de creermelo. El Naturhouse le ganó esta noche al Atlético de Madrid 31-30. Y todavía quiere seguir escribiendo más historia. Muchas gracias a todos y cada uno de los integrantes de ese club.
Por cierto, el ganador de la porra ha sido Riauli, que puso 31-29 a favor de los franjivino. Primer finalista de la segunda vuelta. Enhorabuena.