La derrota del Naturhouse hace unas horas en el EWS Arena fue injusta. Los de Jota debieron merecer mucho más, muchísimo más. Incluso el propio entrenador del Göppingen, Petkovic, y su portero, Primoz Prost, manifestaron en rueda de prensa que era una injusticia que los riojanos no pasen de ronda. Porque lo de esta noche fue tremendo: lo dejaron todo en la pista. Unai Arrieta fue una pesadilla para Michael Haas; Prost soñará con Paván (diez goles del cubano); la tensión en el pabellón, donde hubo poco más de 3.600 personas, se podía cortar por momentos, cuando el Naturhouse, después de un comienzo dubitativo, ajustó su defensa y mejoró el ataque.

Pero después de ganar en Suecia y de quedarse a un gol del empate, luchando contra dos árbitros que en los últimos diez minutos mostraron que la victoria franjivina era una quimera (hubo dos faltas para exclusión a Víctor Hugo y a Mindegia que acabaron en gol de contraataque alemán), sólo me resta decir que estos tipos son unos fenómenos. Porque lo dejaron todo, se vaciaron: Capote jugó con el hombro bastante maltrecho (solo lanzó una vez); Sasha jugó bastante en la segunda parte y está con muchos dolores; Niko también tuvo problemas esta semana y no estaba al cien por cien. Y al final no se llevaron nada. Vuelven a Logroño con la maleta vacía. Pero deben hacerlo con orgullo, porque fueron unos gladiadores.

Porque hoy no ganó el mejor equipo del grupo; venció el de más presupuesto, el que interesa a la EHF, una federación que debería revisar sus absurdos, ridículos e insultantes sistemas de clasificación. Porque solo un milagro pondrán al Naturhouse en cuartos: un empate entre el Holstebro y el Wisla Prock, un partido que se jugará mañana a la tarde (a las 15.00) y cuyos árbitros serán los españoles  Javier Alvarez y Ion Bustamante. Pero el Naturhouse debe despedirse de Europa por la puerta grande. Ya volveremos y esto no será lo mismo.

Para despedirme os dejo el video de hoy, del ambiente del increíble EWS Arena. Espero que os guste.