Albert Rocas, el extremo derecho internacional que lo ha ganado absolutamente todo en el balonmano, fue presentado este martes como jugador del Naturhouse. Utilizará el dorsal 22 y llega con toda la ilusión del mundo a un proyecto “ambicioso”, aunque “humilde” y terrenal. El que fuera campeón del mundo con España del 2005 (y también 2013) junto a Rubén Garabaya (padrino de su hijo) y Juanín García tienen un palmarés eterno, aunque uno de los títulos que más recuerda es la Copa Asobal ganada por el BM Valladolid. Por ese motivo, Rocas ve muchas semejanzas entre este equipo franjivino y el pucelano, en el que también coincidió con Jota González, “una de las razones por las que elegí jugar en Logroño”.
Albert está en todos los detalles. Posa con la camiseta y dice: Mira. el 7, con el que han sido presentados todos los jugadores”. Él llevará el de su etapa en Valladolid, el 22. Desprende ilusión a cada paso que da: “Es un orgullo poder jugar con el Naturhouse en Champions”, explica. “Hay que valorar mucho lo que ha hecho este equipo, que tiene un proyecto ambicioso e ilusionante para el espectador. Espero que la gente responda”, añade.
También recordó su época como jugador del Portland San Antonio y lo bien que él y su familia (allí estaba también su mujer, la periodista Estefanía Rey, y sus dos hijos) en el norte de España. “Somos unos apasionados de la vida del norte”. Recordó Rocas que el reto de este equipo debería ser pelearle algún título al Barça y meterse en octavos de final de la Champions. También destacó que en la actualidad está en un muy buen muy buen momento: “Estoy en un muy buen momento de mi carrera. Disfruto mucho con el balonmano”. Lo dicho: todo ilusión en un tipo que lo ha ganado absolutamente todo.