Hoy, martes, me he levantado pesimista. Con tantos frentes en los que mirar, y tanta cosa que va saliendo regular (por no decir otra cosa) he decidido que necesitamos ayuda. Encomendémonos, pues, a San Pedro Regalado, patrón de Valladolid (por razones obvias), y prendámosle unos cirios. Que no sea por no pedir ayuda…
 
 
Acuérdate de nosotros, San Peter. No dejes que el Valladolid la cague contra un suizo. Que San Havard recuerde quién le pagaba el año pasado, que el beato Gregor piense en quién le pagará el que viene, y que fray Juan Carlos, Pastor, sepa guiar a sus ovejas. Cuatro goles no son nada…

Vela por nosotros, San Perico. Mira que nos toca Ciudad Real, que es mucho gigante para tan poco Quijote. Protege a los nuestros, que con Velasco nos vale para la enfermería, y cuida los tendones, huesos y demás aparataje de los Naturhouseros.

Piensa en tus fieles, San Pedro, o en los de tus colegas Mateo y Bernabé (a saber quién es el patrón de Thomas Gautschi). Si nos tiene que caer un cesto en Ciudad Real, hágase la voluntad del Jefe: la aceptaremos como el santo Job. Pero que la penitencia nos valga para todo el año.

Dirige tu vista a la tierra, padre Regalado. A Zaragoza, más en concreto. La caridad cristiana nos impide desear mal a nadie, y el CAI y el Octavio están llenos de buenos cristianos. Así que mejor déjales ir esta tarde sin que nadie pierda. Un empatito… y todos contentos (sobre todo nosotros).

No te olvides de tus hijos exiliados, Pedro, majo. Recuerda que Jota y Jaime son más de Valladolid que el Pisuerga. Envía a ambos el año que viene a evangelizar tierras extrañas (Europa, por ejemplo) y seguro que te llevan algún cirio este verano. De los de verdad ojo.

Ilumina a los más necesitados, San Pedro. Piensa en Thomas, que dicen que juega al balonmano. Acuérdate de Luba, que tan cerca está de ti (y sin necesidad de saltar), empuja a Pavel. Y pon tus manos especialmente sobre Jon Belaustegi, padre. Que se acuerde de quién es: el chico tiene mala memoria.

Te rezamos pues, San Pedro Regalado. Puesto que eres también patrón de los toreros, no dejes que este grupo que tanto se arrima salga de la plaza sin, al menos, una oreja.

 
 
No es que sea muy religioso, pero toda ayuda es poca: Si nos cuida San Pedro, prometo ponerle el año que viene tantas velas como puntos tenga el Naturhouse al final de la temporada. Espero que no sean muy caras…

¿Alguien quiere poner otra vela?

Cómo va la carrera por Europa Las cosas de Havard Tvedten