El rumor comenzó a escucharse hace un par de días y se hizo fuerte esta tarde. Finalmente, poco después de las 20.00 horas el CB Ciudad de Logroño lo hacía oficial. El lateral izquierdo cordobés Carlos Molina no continuará jugando en el conjunto riojano la temporada que viene. Así lo han acordado ambas partes, según el escueto comunicado del club, en el que se detalla que el jugador recibió la oferta de otro club, y en común acuerdo, se ha decidido a romper el vínculo de cara a la próxima temporada.
En su nota informativa, el club riojano no aclara a qué equipo se marcha Molina, un gran jugador y una excelente persona, aunque según algunas fuentes su destino sería la Bundesliga alemana. En concreto, podría marcharse al Magdeburgo, quinto clasificado de la pasada campaña, aunque esta información no está bien contrastada. De todas formas, es una gran perdida para el equipo (buen defensor y atacante, aunque su faceta ofensiva se vio poco por Logroño).
Molina llegó a conjunto riojano en la temporada 2015/16 para ocupar el lugar que dejó vacante Thiagus Petrus. Este cordobés, que militó en las categorías inferiores del FC Barcelona, en su filial, en el desaparecido Balonmano Aragón y en el Bada Huesca, tuvo una buena primera temporada, en la que marcó (entre Liga Asobal y Champioons) más de 120 goles. En la segunda campaña no brilló tanto y cumplió roles más defensivos. Pero Molina, que era uno de los seis jugadores con contrato en vigor, tenía ganas de mostrar su calidad.
Como persona, el andaluz es un tipo muy querido dentro de la plantilla. Siempre cultivando el buen rollo, personalmente es una despedida que me duele, una persona a la que echaré mucho de menos y a la que le deseo lo mejor.
Con esta baja, el club riojano no contratará a otro lateral izquierdo. Un puesto que está cubierto por los recién llegados Juan del Arco, Pablo Paredes y virtualmente por Haniel Langaro debido a que el Dunkerque francés, que anunció la contratación del brasileño, no ha hecho efectivo de momento el pago de su rescisión, que según Jota González, es testimonial.