Buen triunfo del Ciudad de Logroño esta noche ante un Puente Genil que tiene calidad, lanzamiento y muy buenos pivotes, que quedaron anulados por la defensa franjivina liderada por Miguel Sánchez-Migallón, a quien destaqué en la crónica de Diario La Rioja, como la figura del encuentro. Porque el manchego está cumpliendo con creces el papel que Miguel Velasco le dio. Y ha dado un paso hacia adelante. Un triunfo (32-23) que deja al conjunto riojano tercero y sin conocer la derrota todavía después de cuatro jornadas.
Sánchez-Migallón no fue el único responsable de la victoria ante los cordobeses, ni mucho menos. Fue un triunfo coral, en el que prácticamente todos sumaron. Vanja Ilic está en un gran nivel, se le ve sumamente integrado al grupo y le da mucha alegría al juego. Esta noche marcó ocho tantos y demostró una gran variedad de recursos. En el avanzado mejora día a día y allí comenzaron los problemas del Puente Genil esta noche. Lazar Kukic también jugó muy bien, con verticalidad y valentía. Muy bien por el serbio. No me quiero dejar en el tintero al joven David Cadarso. No es fácil tener que reemplazar a todo un Javi Muñoz con sólo 16 años de edad. Y encima responder con goles. Ovación para él.
Sergey Hernández volvió a ser una pared, con una efectividad de casi el 39%. Pero es que cuando entró Gurutz, la portería siguió al mismo nivel. El capitán paró cuatro balones en ocho lanzamientos. Es decir, el 50% de efectividad. No me quiero olvidar de Kule Kusan, también muy efectivo y mostrando cómo ha mejorado con respecto al año pasado.
Un rato antes, en Lobete, el Sporting La Rioja venció también con contundencia a un rival directísimo como el Atlántico Pereda. Las de Juanjo Lalinde dieron un golpe en la mesa y ganaron por 30-21 a las cántabras. En el conjunto amarillo destacaron Elena en portería, Celia López, Dani, Carla Rivas y la extremo Lucía Ladrera, que está teniendo un inicio liguero muy positivo. Un triunfo, el de esta tarde, que es muy importante de cara a la lucha por los puestos de play off, aunque todavía falte un mundo.