Y parecía que iba a ser una semana sosa… La de Rutenka era una bomba, pero una bomba de fragmentación: va produciendo explosiones secundarias. La primera, hoy mismo: el Ciudad Real ha pagado la cláusula de rescisión de Joan Cañellas, y deja al Granollers (único club que, hasta ahora, no había hecho ni altas ni bajas) sin su jugador franquicia. En Valladolid se temen que el millón de Rutenka dé también para llevarse a Entrerríos. Habrá que verlo, y también qué hace ahora el Granollers para sustituir a Cañellas. Al menos, dinero tendrá.