Tantos grandes de balonmano le querían (Ademar, Portland y Barça le hicieron ofertas) que al final, claro, se fue. Desde hoy Marco Antonio Oneto ya no es jugador del Naturhouse. Ha sido un año y medio en el que el chileno ha pasado de ser mirado con cierta sospecha a ser un ídolo indiscutible.
Jugador fotogénico donde los haya, ha dejado imágenes memorables. Ahí dejo algunas como recuerdo.