Vale, de acuerdo. He tenido mejores caras que la que se me ve en esta foto, en el aeropuerto de Munich. Me siento más o menos así: desenfocado, cansado, entre contento y preocupado.
Y tengo prisa. Así que ahí va un resumen telegráfico de mis sensaciones. Prometo mañana, con más tiempo, escribir “el super reportaje” pa que os jartéis
Un empate. Un buen empate. Unos árbitros: unos malos árbitros. Unos sinvergüenzas, manipuladores, ladrones de lo que debería ser el deporte. Un resultado injusto. Bueno, pero injusto. Un equipo con un par. Con muchos pares: valientes, valientes. Vosotros sí que sois estrellas.
Una lesión, otra. Un equipo preocupado, un entrenador al borde de tirarse al Danubio. Paco López, buen jugador, tipo echao palante, mala suerte. Rotura de fibras: otro que se va hasta febrero
Un partido, Antequera. Once jugadores, Sasha sancionado. Hará falta un milagro, en fin. Luego vuelta, y viene el Estrella Roja. Ojo, ojo, ojo: ánimo, público, al Palacio.
Un viaje complicado, un avión cancelado. El equipo que acaba en París, los periodistas en Munich. Laargo, laargo. Mucho aeropuerto. Mucha espera. Quiero dormir
Muchas emociones, mucho sufrimiento. Mucho de todo.
Mucho de algo, sobre todo.
Orgullo.