Con la EHF, nunca se sabe. Las cosas son así: lo que hoy es negro mañana es blanco, y las normas vuelan de año a año con una facilidad pasmosa.
Alguien debería darse cuenta de una vez que no es normal que, en pleno mes de junio, tantos equipos europeos no sepan qué competición europea vana disputar el año que viene… o si van a disputar alguna. Y que tampoco es normal que el marco cambie de año a año, haciendo imposible que el aficionado normal sepa exactamente por qué lucha su equipo, o si ser séptimo de la Asobal es mucho, poco o nada.
Todo parece indicar que la EHF prepara su enésimo cambio normativo, aunque hasta que no esté negro sobre blanco y firmado por triplicado las cosas seguirán siendo difusas.
Ahora mismo, Europa queda tal que así: los tres primeros (Ciudad Real, Barça, Valladolid) van a la Champions como Dios manda. El cuarto, Ademar, disputará un torneo clasificatorio para la Champions. Si lo gana, a la Liga de Campeones. Y si lo pierde… a la Copa EHF.
Hasta ahora, la EHF mantenía la ficción de que la Recopa era un torneo más importante que la Copa EHF, cuando era evidente que la dificultad y el nivel de esta última competición es mucho mayor. Parece que eso va a cambiar, de modo que los equipos clasificados más arriba (Ademar, Naturhouse, quizá San Antonio) irán a la Copa EHF. Y el siguiente (o sea, San Antonio o CAI, si es que finalmente España tiene otra plaza) a la Recopa.
Lo lógico sería que en un futuro próximo la Recopa desaparezca, y que la EHF acabe siendo una competición más parecida a la Liga de Campeones, con liguilla y todo. Pero ya veremos.
El resultado para el Naturhouse: que pase lo que pase jugará la Copa EHF. Y que esa competición va a tener tela, con tres alemanes y hasta tres españoles. Casi ná.