Cuando he leído la presentación de Pablo esta mañana me he sonrrojado un poco, no lo negaré . Pero aquí estamos e intentaré hacer lo mejor que pueda. Primero, para los que no me conozcan, soy Martín Schmitt, periodista argentino de treinta y casi todos, afincado en Logroño desde hace once años y padre de una espectacular niña de año y medio. Ex jugador de rugby y aficionado a cualquier deporte que tenga una pelotita o un balón, confesaré hoy una cualidad y un defecto.
Comencemos por el final: soy un gran metedor de patas. De hecho, en el periódico de hoy hay un gazapo gigantesco por el que tendré que pedir disculpas a Jota (le apellidé Fernández en tres momentos distintos), pero -ahí vamos con la cualidad- soy una persona humilde que trata de aprender todos los días de la vida. Y el balonmano, hasta hace unos meses, era un gran desconocido para mi. Pero ahora ya estoy metido en el asunto y me gusta mucho, más de lo que hubiese pensado alguna vez.
Hechas ya las presentaciones, vamos a lo que estamos. El Naturhouse juega mañana su última prueba antes del inicio de la Asobal. Y después de un verano cargado de lesiones, parece ser que Jota ya tiene a todos sus pupilos en forma, salvo Víctor Hugo López y Alfredo Sorrentino, que tiene un problema en su ingle que le impide soportar un rendimiento alto de juego. Por suerte, se ha descartado una hernia, aunque se le seguirán haciendo estudios durante los próximos días. El partido es a las 19.00 en el Palacio frente al Amaya Sport San Antonio, un equipo que ha sufrido la crisis como pocos. La entrada será gratuita y se espera una mejor asistencia que la semana pasada contra el Toulouse. Ya falta poco para lo importante.