¿Y si se olvidan?
Confieso que ya no voy al fútbol. A no ser que me obligue el trabajo, digo, y entonces suele ser a los nobles pero humildes campos de la Tercera División. No más: me quité del Logroñés en aquel año de Boronat. Un amigo y yo pasamos la última temporada en la cada vez más deprimida […]